La epilepsia, una enfermedad que ha causado gran curiosidad desde tiempos remotos por sus bizarros síntomas, y que ha recibido múltiples denominaciones a lo largo de los siglos, continúa siendo una afección incomprendida. Hay varias clases de epilepsia y, afortunadamente, el avance científico ha logrado desarrollar desde medicamentos hasta cirugías para su tratamiento.
Debes saber que existe el documento técnico oficial del cuerpo médico alrededor del mundo. El CIE-10 (Clasificación internacional de enfermedades, 10.ª edición) corresponde a su décima versión. En inglés, se conoce como ICD, siglas de International Statistical Classification of Diseases and Related Health Problems. Allí se encuentran clasificadas y codificadas todas las enfermedades conocidas y, entre ellas, las epilepsias se han clasificado en más de 20 clases diferentes.
A continuación, verás cinco importantes tipos de epilepsias, las cuales se presentan con mayor frecuencia que otras en el entorno clínico.
1. Epilepsia generalizada con crisis tónico-clónicas
Abordaremos en primer lugar la epilepsia típica, claramente conocida por la mayoría de las personas. En la antigüedad era denominada el “gran mal” y llegó a pensarse en que era algún elemento sobrenatural el que influía en el afectado, produciéndole convulsiones y movimientos anormales. El término tónico-clónicas hace referencia a las alteraciones en el tono muscular, que producen primero rigidez y luego los movimientos de flexión y extensión rápidas.
2. Epilepsia con crisis de ausencias
En este tipo de epilepsia se detiene bruscamente el movimiento, es decir, toda actividad motora del afectado, quien queda con la mirada fija e inexpresiva durante un corto tiempo, en el cual no tiene convulsiones como en el tipo anteriormente mencionado. No obstante, sí se da una pérdida de la consciencia o “desconexión del medio” y, a veces, se acompaña de movimientos repetitivos de las manos, pérdida de control de los esfínteres, etc.
En la epilepsia con crisis de ausencias, a veces solo se produce el síntoma de la mirada fija, que suele llegar a confundirse con un periodo de inatención, hasta que ya llega a ser tan frecuente que se consulta al médico.
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3. Epilepsia rolándica benigna
Se clasifica como una epilepsia benigna, más frecuente entre los 3 y los 13 años, y representa alrededor del 15 % de las epilepsias en los niños. Las crisis afectan a un lado de la cara, la lengua, y dificultan tragar la saliva y hablar. La mayoría de las crisis se presentan de noche, pero un 20 % de los casos pueden presentarse de día.
En algunas epilepsias, incluida la epilepsia rolándica benigna, pueden detectarse también ciertos problemas de aprendizaje en la escuela, pero, afortunadamente, mejoran con la adolescencia.
Te destacamos que es una de las epilepsias con un importante componente genético, ya que cerca de un 40 % de los casos tienen antecedentes familiares.
4. Epilepsia del lóbulo temporal
Dentro de la clasificación general de las crisis epilépticas, tienes dos grandes tipos; las crisis epilépticas generalizadas primarias y las crisis focales (o parciales). La epilepsia del lóbulo temporal es la epilepsia focal más frecuente. Anatómicamente se origina en la región temporal del cerebro y sus síntomas son muy variados. Van desde la sensación de molestia epigástrica, temor, problemas de memoria y despersonalización (sientes que estás en el cuerpo de otra persona) hasta movimientos anormales. Tiene buena respuesta al tratamiento quirúrgico.
5. Crisis epilépticas atónicas
Pierdes la fuerza de un momento a otro, con un alto riesgo de caídas graves. Inician en la niñez. Las crisis duran pocos segundos.
En cuanto a la epilepsia tratamiento y pronóstico, se han logrado muchos avances. Tanto a nivel de medicación como a nivel quirúrgico, los pacientes actualmente cuentan con un arsenal muy amplio para frenar el avance de la enfermedad y tener una vida normal.