Consulta Psiquiátrica

Consulta psiquiatra

CONSULTA PSIQUIÁTRICA

El ABC de la consulta de psiquiatría

¿Cuándo ir a una consulta psiquiátrica?

En la actualidad se está rompiendo poco a poco con el imaginario de que la consulta psiquiátrica solo está dirigida para dementes. Los problemas mentales pueden afectarnos en cualquier momento y a cualquier edad, ya que la configuración biológica del sistema nervioso y del cerebro está en constante cambio y avance. Por lo que es necesario entender que cualquier persona que sienta que tiene un problema que afecta su vida cotidiana, puede ir al psiquiatra.

 

Pese a lo anterior, es necesario detectar señales de alerta que puedan dar indicios de que es necesario consultar un psiquiatra, así que preste atención:

 

  1. Emociones negativas que duran más de lo normal

Hay que tener en cuenta que cada emoción tiene un límite de normalidad, por ejemplo, es común sufrir de ansiedad ya sea por una entrevista de trabajo, por un examen, o a causa de un evento desafortunado. Pero cuando la situación se vuelve recurrente y lo peor, cuando ésta no tiene una razón justificante que la explique, lo mejor es consultar con un profesional.

 

  1. Problemas y trastornos del sueño

El sueño es una de las señales de alerta más claras que podemos tener, ya que está ligado directamente con las afectaciones mentales. Es por ello que, si se sienten dificultades para conciliar el sueño o para despertarte y mantenerte activo, es muestra de que hay algo a lo que se debe prestarle atención.

 

  1. Crisis de pánico o ansiedad

Las crisis nerviosas están relacionadas con problemas psicológicos que nuestro cerebro no logra controlar, no son hechos aislados o momentáneos, ya que su aparición suele presentarse por una sobredimensión de situaciones o hechos que afectan el desarrollo de la vida cotidiana.

 

  1. Estados de aislamiento social

Los trastornos gracias a sus raíces y a sus consecuencias de reacción frente al entorno, lleva al paciente a alejarse de las personas que lo rodean ya sea por el desarrollo de apatía, desconfianza, nervios, miedo al rechazo o al estrés social.

 

  1. Cambios de ánimo

Trastornos como la depresión, la ansiedad, la psicosis, la bipolaridad y estados irreflexivos de la conciencia, llevan a que los sujetos cambien de manera drástica su comportamiento y su reacción frente a los estímulos externos que se le presentan, es por ello que cuando se tienen señales de cambios involuntarios y recurrentes de humor, es posible que se esté sufriendo de alguna patología que requiera revisión.

 

El tener problemas que afecten la salud mental, pueden llegar a trasgredir a su entorno y a su familia.

Beneficios de una consulta psiquiátrica

Como se ha visto en los puntos anteriormente mencionados, la psiquiatría ayuda a obtener un equilibrio mental, conductual y emocional de los pacientes, lo que conlleva a la consecución de una mejor calidad de vida. De este modo, el consultar a tiempo puede presentar las siguientes ventajas:

  • Se obtienen tratamientos antes de que el problema no tenga solución.
  • Nos motiva a enfrentarnos a nuestros problemas, por más singulares que sean.
  • Ayuda a encontrar alternativas para dormir mejor.
  • Permite el reconocimiento del yo y de sus falencias, con el fin de anteponerse a ellas.

Es por todo lo anterior que queremos explicarle las principales afectaciones que pueden ser consultadas con un psiquiatra, con el fin de alcanzar un equilibrio mental y emocional.

¿Cúando es recomendable solicitar una consulta psiquiátrica?

Las diferentes especialidades médicas requieren de una intervención diagnóstica y terapéutica cuando los pacientes demuestran alteraciones del comportamiento, delirio, alteraciones de los procesos cognitivos (atención, memoria, concentración, ilación, tipo de pensamiento, etc.), trastornos en el estado de ánimo (tristeza, depresión, ansiedad, irritabilidad excesiva, violencia, exceso de entusiasmo o conducta desinhibida), mal adaptación al proceso o determinación del diagnóstico, a la hospitalización o al tratamiento, falta seria de cumplimiento con el tratamiento indicado, aspectos legales como la determinación de la capacidad o competencia mental, deseos de abandono hospitalario en plena actividad patológica o terapéutica en contra de la recomendación médica, problemas en la relación médico paciente, etc.

 

Es imprescindible solicitar una consulta psiquiátrica si el paciente tiene un diagnóstico psiquiátrico previo no resuelto o con tratamiento incompleto o ineficaz, si se requiere de pericia diagnóstica en cuanto a trastornos del comportamiento, o una orientación objetiva para asegurar el curso de un tratamiento mixto, es decir en el que se requieran medicamentos de especialidad médica o quirúrgica junto a otros de manejo psiquiátrico.

Es indudable que una alteración en el desarrollo del lenguaje o problema del lenguaje, por sutil que sea, tendrá repercusión en la personalidad del individuo, en su entorno familiar y de no lograrse una modificación oportuna de los síntomas, incidirá en los mecanismos de adquisición de la lectoescritura durante el periodo escolar. Pues irregularidades como no poder rodar bien la R, fallar al posicionar la lengua al momento de pronunciar la S, o realizar ejercicios de respiración equívocos, además de afectar el habla del individuo, al igual que su ejercicio de comunicación cotidiano, pueden llegar a perjudicar su autoestima.

Beneficios de una consulta psiquiátrica

¿Qué características debe tener la entrevista con el paciente?

Es importante preguntarle al paciente si se le puso al tanto de la necesidad de la entrevista en la consulta psiquiátrica.

 

Es importante calmar la angustia del enfermo con preguntas generales sobre edad, procedencia, familia, profesión, etc., buscando en principio una alianza terapéutica con tolerancia y de manera amistosa con el paciente antes de proceder a preguntas más incisivas.

 

A veces se requiere de una segunda entrevista, según la aceptación específica del paciente de hablar sobre su trastorno, esperando que narre su propia historia. La entrevista inicial debe ser flexible en tiempo y formato, con la requerida privacidad pero sin perder el sentido del humor tranquilizador, explicándole luego al paciente al final de la entrevista el resumen de la conversación y una aclaración del plan de acción, invitando al paciente a unirse con el equipo médico en el proceso de atención terapéutica en contra del verdadero enemigo: la o las patologías esclarecidas en el proceso de estudio.

 

Es frecuente la resistencia, negatividad u hostilidad del paciente ante la entrevista, para lo cual se requiere cambiar de estilo planteando el interés de resolver un problema manifiesto y sugiriendo que su conducta no le permite comprender el problema desde el punto de vista del paciente, intentando preguntas como “¿Cómo podría serle útil a Ud. el no permitirme comprender lo que Ud. siente o sufre?” “¿Qué haría Ud. mismo para ayudarse en esta situación?” Es decir, evitar la confrontación y favorecer un enfoque del proceso.

 

Es fundamental corroborar y ampliar la información dada por el paciente con los criterios de su historial clínico, si ya estuvo en tratamiento por trastornos de conducta o emocionales, y desde luego, entrevistándose con el médico tratante, y de manera fundamental, con los familiares o allegados inmediatos del enfermo.

 

Terminada la entrevista en la consulta psiquiátrica se hará la nota de interconsulta en el expediente clínico, de no más de una página, observando el motivo de interconsulta, la percepción del propio paciente respecto de la misma y a sus síntomas, las observaciones clínicas del examen mental, un análisis de antecedentes y enfermedad actual, un análisis cruzado con la patología médico quirúrgica intercurrente, el o los diagnósticos psiquiátricos y psicodinámicos a los que se llegó, utilizando de preferencia los códigos del ICD 10 (de la OMS) o del DSM 4, los diagnósticos diferenciales y un planteamiento terapéutico, considerando interacciones medicamentosas si estas fueran plausibles, y un plan a corto, mediano y tal vez largo plazo para la atención del problema integral psiquiátrico.

 

Recordar siempre que el expediente es un documento legal que debe contar con toda la información pertinente y asumiendo la responsabilidad sobre criterios diagnósticos y tratamientos.

¿Qué trastornos psiquiátricos son los más frecuentes en la interconsulta?

Los trastornos más comunes en este contexto son:

 

  • Trastornos afectivos, es decir, duelo, depresión, enfermedad bipolar, brotes maníacos con irritabilidad, desinhibición e hiperactividad inapropiadas, gestos suicidas o conductas agresivas relacionadas.
  • Trastornos cognoscitivos como delirio, demencia, amnesia, desorientación, fallas en el proceso racional. Trastornos psicóticos.
  • Trastornos de adaptación o de estrés, a la hospitalización, tratamiento o condición patológica actual.
  • Trastornos psicosmáticos o somatoformes, trastornos “vegetativos”, ansiedad, trastornos de la personalidad.

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