Conoce el procedimiento para monitorear epilepsias

La epilepsia es un trastorno del cerebro que provoca convulsiones repetidas sin motivo alguno. Un médico puede diagnosticar epilepsia si se tienen dos o más convulsiones no provocadas con el riesgo de que sean repetitivas, mas no todas las convulsiones hacen indicar que el diagnóstico sea epilepsia.

¿Cómo comprobar el origen de la epilepsia?

Las convulsiones suelen estar relacionadas con daño cerebral o pueden ser hereditarias, pero muy a menudo se desconoce la causa real que las origina. Un electroencefalograma es una prueba importante que permite al médico diagnosticar la epilepsia, ya que registra la actividad eléctrica que se genera en el cerebro.

Diagnóstico de ondas cerebrales mediante estudio

  • Es un procedimiento completamente seguro y sin dolor alguno.
  • Los electrodos se colocan en el cuero cabelludo y se conectan mediante cables a una caja eléctrica unida al electroencefalógrafo para registrar la actividad eléctrica. Nunca se envía electricidad al cuero cabelludo.
  • Un electroencefalógrafo registra la actividad eléctrica del cerebro como una serie de líneas onduladas llamadas trazos.

¿Qué puede apreciarse en el estudio?

  • Ciertos patrones sugieren una tendencia a tener convulsiones. El médico puede referirse a estas ondas como anomalías epilépticas u ondas convulsivas. Se pueden observar picos y ondas sucesivamente.
  • Si se tienen convulsiones parciales, puede mostrar de dónde provienen por los picos y las ondas en áreas específicas.
  • Las descargas en punta ampliamente distribuidas en ambos lados del cerebro sugieren una epilepsia generalizada, especialmente si se dan al mismo tiempo.

¿Cuánto suele durar el estudio de rutina?

Generalmente, las ondas cerebrales se registran entre 20 y 40 minutos, más el tiempo de la preparación para poder hacer la grabación, lo que resulta un total de, más o menos, hora y media según el contexto en el que se desarrolle.

El médico te pedirá que te laves el cabello con un día de anterioridad o el mismo día que se lleve a cabo la prueba. No es recomendable usar acondicionador o lacas para peinarse, pues pueden entorpecer la adherencia de los electrodos.

¿Qué pasa al realizar el estudio de la función cerebral?

Para iniciar el procedimiento, un técnico deberá medir la cabeza y proceder a colocar los electrodos en los lugares indicados. Por medio de una crayola, marcador o gis se marcan los puntos en el cuero cabelludo donde te colocarán los electrodos.

Durante la prueba, lo habitual es que el técnico te solicite lo siguiente.

  • Abrir y cerrar los ojos en prolongadas ocasiones.
  • Mirar fijamente las luces en intermitencia.
  • Tomar respiraciones rápidas o profundas.
  • Que le informes de algún posible síntoma de convulsión que pudiera presentarse durante la prueba.

Electrodos especiales para obtener una información más completa

Si el estudio regular de rutina no le brinda al médico la información necesaria para realizar un diagnóstico, puede recomendar una nueva prueba con electrodos especiales que darán la información completa.

  • Electrodos esfenoidales. Se pueden utilizar durante la videomonitorización. Son cables finos que van colocados en los músculos de las mejillas, cerca de la mandíbula. Estos electrodos registran la actividad eléctrica desde lo profundo de los lóbulos temporal y frontal.
  • Electrodos nasofaríngeos. Se trata de tubos de plástico con un alambre interno que termina en una punta metálica. Este tipo de electrodos registra la actividad eléctrica en la profundidad del cerebro.

Ya ves que el estudio de la función cerebral recoge la actividad eléctrica del cerebro en situación basal y mediante métodos de activación, como pueden ser la hiperventilación y la fotoestimulación. Probablemente, se te pedirá que, de ser posible, no duerma en toda la noche anterior al monitoreo con el fin de poder observar ondas de convulsión durante el estudio.

Qué es la Memoria funcional en los niños

Cuando un niño tiene Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), es posible que tenga dificultades para iniciar o mantener el enfoque en proyectos, incluso si puede concentrarse en su pasatiempo favorito durante horas. Es probable que esta incapacidad para controlar la atención lo afecte en diferentes áreas de su vida. En este post te explicaremos qué es la memoria funcional y su relación con el TDAH.

¿Qué es la memoria funcional?

El TDAH se caracteriza por la incapacidad de controlar la atención. Ahora bien, la memoria funcional o de trabajo es aquella que permite a las personas retener, recordar y procesar información a corto plazo. Es un proceso complejo que tiene lugar en la corteza frontal del cerebro.

Gracias a la memoria de trabajo, una persona puede retener una información, o varias, en su mente mientras la aplica simultáneamente a una tarea o problema.

Las personas con una gran capacidad de memoria funcional son excelentes en tareas como el cálculo mental o la navegación. Cuando conducen a un lugar nuevo, pueden retener una dirección en sus cabezas mientras visualizan simultáneamente el siguiente giro. En comparación con quienes tienen poca memoria funcional, estas personas tienen ventajas en muchas áreas, incluida la lectura, la toma de notas, la planificación y el seguimiento de instrucciones.

¿Qué pasa con los niños?

Los niños que tienen déficit de atención pueden experimentar problemas con la memoria de trabajo. Esta función ejecutiva tiene un papel importante en la forma en que se procesa, se usa y se recuerda la información cotidianamente.

Si bien la memoria a largo plazo permanece aun cuando no se piense en su contenido, la memoria funcional es un proceso activo. Podemos referirnos a ella como un cuaderno para anotar y procesar toda la información necesaria en cierto momento.

Las dificultades con la memoria funcional ocasionan que los niños con TDAH sean desorganizados y con poca atención. Esto significa que tienen que trabajar activamente para mantener la concentración y organización.

Manifestaciones directamente en el TDAH

Uno de los retos para los niños con TDAH es la dificultad para seguir instrucciones. En ocasiones pueden parecer desafiantes o desmotivados, lo que suele interpretarse como mal comportamiento y ocasionar problemas con los padres o maestros.

Los niños suelen minimizar el esfuerzo puesto en cosas sin frutos positivos. A esto se suma la desmotivación causada por las críticas, así que es fácil que decidan no invertir más energía en continuar con las tareas que se les encargaron.

Criterios de diagnóstico del TDAH

El TDAH se considera un factor de riesgo para conductas antisociales o problemas legales. Esto se puede prevenir con un tratamiento de deficit de atencion adecuado. Algunos criterios para el diagnóstico de TDAH son:

  1. Falta de atención a los detalles.
  2. Dificultades para mantener la atención en tareas y para seguir instrucciones.
  3. Distracción fácil.
  4. Descuido de actividades diarias.
  5. Correr o saltar en exceso cuando no es necesario hacerlo.
  6. Hablar en exceso.
  7. Interrupciones continuas en las labores de otros.
  8. Actúa como si tuviera un motor para andar en marcha.
  9. Abandono innecesario del asiento durante las clases.
  10. Dificultades para conservar la tranquilidad.

​Cabe destacar que las niñas con TDAH muestran menos agresividad y presentan pocos rasgos de trastornos de conducta. Asimismo, son más propensas a sufrir trastornos de ansiedad. Sin embargo, estas diferencias de género tienden a desaparecer en la pubertad.

Si tu hijo lucha con TDAH, un especialista puede ayudarlo a descubrir estrategias para abordar sus áreas de dificultad. Un tratamiento adecuado debe incluir atención psicológica y médica de acuerdo a cada individuo. Se tomará en cuenta a los padres, así como al psiquiatra, pediatra o neuropediatra correspondiente.

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