De acuerdo a Organización Mundial de la Salud, la epilepsia es una enfermedad que, a lo largo de la historia, se ha visto envuelta en multitud de prejuicios y falta de información, lo que ha provocado confusión sobre el tema. A continuación, se contamos todo sobre la epilepsia y el tratamiento.
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Traumatismos que pueden provocarla
Es importante diferenciar entre las dos clases de epilepsia que existen. La primera de ellas, conocida como epilepsia idiopática, afecta a la mayor parte de los pacientes, y tiene un origen no identificable. La segunda, que se conoce como epilepsia sintomática, es aquella cuya causa puede reconocerse. Para entender la proporción en que estos casos se presentan: en una muestra de 10 personas afectadas por la enfermedad, lo más probable es que 6 padezcan una epilepsia idiopática y 4 presenten una sintomática.
Entre las razones por las cuales puede presentarse una epilepsia sintomática, también conocida como epilepsia secundaria, se encuentran los traumatismos cerebrales.
- El daño cerebral como consecuencia de lesiones prenatales o perinatales en un bebé. Ejemplos de ello pueden ser la asfixia, el bajo peso al nacer o los traumatismos sufridos durante el parto.
- Traumatismos craneoencefálicos graves resultantes de lesiones deportivas sumamente fuertes o accidentes automovilísticos. Suelen ser provocados por golpes contundentes sufridos especialmente en la cabeza.
- Accidentes cerebrovasculares que impiden que el cerebro reciba todo el oxígeno que se requiere para su óptimo funcionamiento y mantenimiento. También se conoce como ataque cerebral, puesto que la sangre deja de circular por el cerebro. Entre los síntomas más comunes se encuentran la dificultad para hablar, la caída o entumecimiento de un franco del rostro, y la debilidad muscular, que se presenta únicamente en uno de los dos costados del cuerpo.
- Infecciones cerebrales. Después de presentar un cuadro de meningitis, encefalitis o neurocisticercosis, la persona puede presentar, como efecto secundario de su padecimiento, una crisis de epilepsia.
- Tumores cerebrales. Al padecer un tumor cerebral, una o varias regiones del cerebro se ven afectadas por una masa o un crecimiento anormal de células dentro de él. Esto trae como resultado un compromiso de su función normal, provocando fuertes convulsiones.
Epilepsia el tratamiento para combatirla
La Organización Mundial de la Salud afirma que, con el tratamiento adecuado, quien padezca esta enfermedad cerebral tiene un 70% de probabilidades de erradicar las convulsiones de su día a día. Para ello se aconseja el uso de:
- Fármacos anti epilépticos tradicionales: ayudan a suprimir las crisis.
- Agentes neuroprotectores: protegen la estructura y función de los nervios.
- Sedantes: tranquilizan los sentidos.
- Tratamiento para el dolor del nervio: bloquea el dolor en los nervios dañados como consecuencia de convulsiones anteriores o episodios de epilepsia mayores.
- Cirugía cerebral: dependiendo de la ficha técnica y del perfil de cada paciente, un médico especializado, tal como un neurólogo o neurocirujano, podrían recomendar y ejecutar esta alternativa.
- Cambios drásticos en el estilo de vida: el ser humano es un organismo integral, en el cual todas sus partes se relacionan entre sí. Una buena alimentación y una actividad física regular pueden hacer una gran diferencia en la calidad de vida del paciente.
- Dispositivos cerebrales: ésta es la última tecnología en los casos de epilepsia, disponible únicamente en algunos países para casos concretos. Por medio de un dispositivo que regule la actividad eléctrica en el cerebro se pueden disminuir las convulsiones.
Para poder diagnosticar, controlar y dar seguimiento a la epilepsia te aconsejamos acudir a un buen especialista en un centro médico profesional confiable. Con el tratamiento adecuado el paciente epiléptico puede llevar adelante una vida agradable,fructífera y más llevadera.