Actualmente no es raro que los padres estén lidiando con problemas de salud mental y conducta de sus niños. Esto ha exigido que más médicos de medicina general se especialicen en áreas específicas de la salud, como es la neuropediatría.
Problemas que antes no conocíamos como déficit de atención, dislexia, hiperactividad, autismo, entre otras más, son temas que en los últimos años se han agregado a la lista de necesidades que los centros escolares y médicos deben saber atender.
Pero aun así, siguen siendo temas complicados. Por eso, es un gran alivio cuando encontramos a un médico especialista que nos puede ayudar.
Afortunadamente, hoy en día existe la posibilidad de consultar a un neuropediatra en CDMX. Entonces, surge la pregunta, ¿cuándo y por qué consultarlo?
La neuropediatría y los problemas infantiles
En palabras amigables, un neuropediatra es el que te ayuda a comprender el desarrollo y comportamiento de las enfermedades del sistema nervioso del niño en sus diferentes etapas, desde su nacimiento hasta su adolescencia, incluso.
Luego de casi cuatro años de estudios, el médico completa su especialidad y está listo para tratar problemas que son parte del desenvolvimiento de un menor y los prepara mejor para la adultez.
A través de su experiencia y conocimiento, el especislista evalúa el comportamiento de tu hijo y analiza a qué nivel ha llegado su desarrollo mental. También, junto con sus padres, trabaja con el chico para lograr que este tenga una mejor comunicación e interacción con los demás. Lo anterior es la base de su trabajo. Esta rama de la pediatría ha desarrollado métodos para lidiar con problemas neurológicos como los siguientes:
- Dislexia (dificultad de aprendizaje en la lectoescritura, como confundir letras similares o derecha con izquierda).
- Problemas de conducta.
- Hiperactividad (dificultad para estar quieto y tranquilo, está en constante movimiento).
- Retrasos en el desarrollo (entendimiento lento, aunque lo cumpla, le lleva más tiempo).
- Déficit de atención (dificultad de concentrarse)
En caso de que observes alguna complicación del desarrollo mental de tu niño, es importante acudir a un neuropediatra para detectar a tiempo estas anomalías. Él no solo velará por ayudarte con los problemas del pequeño, sino que también te proporcionará los consejos que necesitas tomar en cuenta al enfrentar una situación de esta clase.
Cualquier dificultad a la que se esté enfrentando tu hijo, como autismo, trastornos genéticos que afectan el sistema nervioso, inflamación del cerebro, entre otras; el neuropediatra hará un diagnóstico, basándose en las mejores pruebas y estudios neuronales. Esto contribuirá satisfactoriamente en la mejoría de tu pequeñín y en que tú entiendas mejor cómo percibe tu hijo el ambiente social que lo rodea.
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Pruebas médicas para el diagnóstico de problemas neuronales en menores
- Electroencefalograma (EEG): es una prueba que detecta la actividad eléctrica del cerebro y si existen deficiencias de impulsos en este.
- Resonancia magnética nuclear (RMN): son estudios en imágenes directas del cerebro que ayudan a detectar tumores, accidentes cardiovasculares, infecciones y algunos trastornos genéticos.
- Punción lumbar: procedimiento para extraer líquido cefalorraquídeo que rodea el cerebro y la médula espinal, para buscar signos de infección o inflamación.
- Análisis de sangre: busca signos de infección o un análisis más profundo para afecciones específicas.
Todos estos y muchos más son parte del repertorio que tiene un solo objetivo, mejorar la calidad de vida de los niños. Así que no lo veas como un extraño, o “un loquero”, en realidad el neurólogo infantil o neuropediatra trabaja de la mano de tu médico de cabecera, con el fin de hacer que el proceso de desarrollo de tu hijo se lleve a cabo en un ambiente tranquilo y agradable.