La apnea del sueño, que conocemos comúnmente como ronquidos o paradas de respiración mientras la persona duerme, puede darse también en niños. No es un trastorno frecuente, pero, según estadísticas, un 3 % de la población infantil padece este problema. En concreto, se llama apnea obstructiva del sueño. Vamos a hablarte de cómo solucionar este problema en niños.
Aprende a detectar si tu hijo padece apnea obstructiva
Es muy fácil averiguar si tu hijo padece esta condición médica al ver que manifiesta lo siguiente:
- Ronca con sonidos fuertes mientras duerme.
- No tiene sueños reparadores, está soñoliento de día.
- Duerme intranquilo.
- Intervalos de ronquidos con pausas entre ellos.
¿Cuáles son las causas de la apnea obstructiva en niños?
La apnea se da porque los tejidos de la garganta se relajan (por ello sucede mientras dormimos), de tal manera que pueden llegar a obstruir parcial o totalmente la entrada y salida de aire en la tráquea, produciendo el sonido del ronquido. Esto puede suceder si tu hijo tiene alguno de estos problemas de salud:
- Hipertrofia adenotonsilar: las glándulas adenoides son demasiado grandes. Probablemente el médico te recomiende extirparlas mediante una sencilla intervención.
- Obesidad infantil: igual que puede suceder en adultos, el exceso de grasa puede comprimir las vías aéreas, produciendo los ronquidos nocturnos.
- Alergias o resfriados: cuando tu hijo tiene síntomas respiratorios como congestión nasal, inflamación de garganta y similares. Solo sucede en el tiempo que dura la alergia, resfriado o lo que la haya provocado.
- Síndromes craneofaciales: si es que existen malformaciones que afectan las vías aéreas, lo que altera la garganta o las vías respiratorias provocando los ronquidos.
- Enfermedades neuromusculares: son enfermedades de carácter progresivo y para detectarlas necesitarás consultar a un especialista del sistema neuromotor.
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5 tips contra la apnea obstructiva en niños
Primero, identifica si una de las causas que hemos mencionado anteriormente es la que origina el problema. Si solo se trata de un resfriado, bastará con anticongestivos y productos similares que puedes adquirir fácilmente en las farmacias. Si el problema es más grave, requerirá consultar a especialistas médicos.
Si los médicos detectan que la causa es hipertrofia adenotonsilar o malformaciones en los músculos que rodean la garganta, es posible que tenga que someterse a una sencilla cirugía. Algunos consejos que te pueden ayudar en casos leves y pasajeros, o mientras esperas a que la causa que lo provoque sea tratada, son:
1. Evitar la obesidad. En algunos niños es suficiente una ligera obesidad para roncar.
2. Vigila la medicación que está tomando tu hijo. Algunos fármacos provocan la relajación muscular de la garganta, como los tranquilizantes o relajantes musculares. Consulta los efectos secundarios de los medicamentos que esté tomando tu hijo para saberlo.
3. Dormir ligeramente elevado, unos 30º. Puedes conseguirlo con camas regulables o colocando cómodos cojines.
4. Es mejor que el niño duerma de lado que boca arriba, ya que boca arriba se comprime más la musculatura de la zona.
5. Utiliza tiras o aparatos especiales que facilitan la respiración por la noche. Si ya has probado todo lo anterior y no funciona, prueba las tiras que se venden en farmacias para abrir los conductos respiratorios.
Si tampoco es suficiente, hoy en día existen aparatos como el CPAP, que consiste en una especie de mascarilla conectada a un tubo que evita el colapso de las vías aéreas durante la noche. También está la boquilla, un aparato bucal que mantiene abierta tu garganta mediante la presión en la mandíbula.
Tratarla es fundamental
Recuerda que la apnea obstructiva del sueño se considera una enfermedad grave. Pero, como ves, detectarla y tratarla es muy simple, sobre todo si consigues llegar a la causa del asunto.