La principal diferencia entre un trastorno psicológico y uno psiquiátrico, radica en que en psicología se habla de trastornos mentales, mientras en psiquiatría se habla de enfermedades mentales. Los trastornos mentales son un conjunto de síntomas distintivos que provocan un malestar o riesgo clínicamente significativos para la salud de una persona, y las enfermedades mentales son procesos patológicos en los que hay una causa orgánica.
Los trastornos no son enfermedades, ya que las enfermedades son entidades naturales, mientras los trastornos son entidades interactivas, sujetas a modificación mediante experiencia o conocimientos. En pocas palabras, el trastorno no es algo fijo como una enfermedad, sino que es susceptible a cambios.
Los problemas de salud mental abarcan una amplia gama de trastornos psicológicos y se manifiestan a través de síntomas diversos, sin embargo, todos ellos tienen puntos en común que permiten determinar la existencia de una dificultad. La mayoría de los trastornos mentales siguen un curso crónico, que puede agravarse con el paso del tiempo si no se busca ayuda, y terminar generando cambios en la bioquímica cerebral que consolida los patrones de pensamiento, emociones y comportamiento, llegando a desencadenar en enfermedades mentales diagnosticables.
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Ahora bien, revisemos algunos síntomas o trastornos psicológicos:
- Aumento de la sensibilidad: A la persona afectada le molestan los olores fuertes, el sonido o los estímulos visuales; luego, esa sensibilidad se extiende a otras facetas de la vida, hasta el punto de recluirse en sí mismo con el fin de evitar las situaciones que resultan híper estimulantes.
- Cambios en el estado de ánimo: Quien los padece suele volverse más irritable, nervioso e impulsivo.
- Cambios en los patrones de pensamiento: Ocurre en los trastornos como la ansiedad generalizada y la depresión mayor. La persona deja de evaluar la realidad de manera objetiva y según los patrones culturales, para empezar a desarrollar un pensamiento desadaptativo.
- Síntomas físicos: Todos los problemas de salud son, en el fondo enfermedades psicosomáticas ya que la mente y el cuerpo forman una unidad. Algunos de los más comunes son: Insomnio, cambios en el apetito, fatiga, dolores musculares, mareos, etc.
- Otros síntomas: cambios en la memoria, percepción y/o concentración, disminución del rendimiento y problemas para satisfacer sus necesidades.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de enfermedades psiquiátricas?
En psiquiatría no se habla de trastorno sino de enfermedad. Lo principal para nombrar el trastorno como enfermedad mental es que sea una enfermedad medicamente diagnosticable, que cause deterioro cognitivo, afectivo o relacional significativo, que sea resultado de factores biológicos, de desarrollo o psicosociales. Además que se pueda controlar mediante el enfoque de la prevención, diagnóstico y rehabilitación.
A continuación veremos las enfermedades mentales más comunes:
- Trastornos afectivos: Depresión, manías y bipolaridad.
- Trastornos de ansiedad: Ansiedad generalizada, estrés post traumático, obsesivo compulsivo, pánico.
- Trastornos psicóticos: La esquizofrenia.
- Trastornos concurrentes: Adicciones y abuso de sustancias.
- Trastornos de personalidad: Antisocial y personalidad obsesiva compulsiva.
La enfermedad mental puede ser similar a la diabetes, las enfermedades del corazón o una lesión física, se puede vivir con ella y recuperarse, la recuperación no es un estado final, no significa que el individuo ya no las padece, la recuperación significa que la persona se ha estabilizado y ha recuperado en parte su papel en la sociedad.
Se calcula que 450 millones de personas en todo el mundo sufren algún tipo de trastorno mental, los cuales suponen el 11% de los casos de discapacidad. Se prevé que en el 2020 el número de personas que sufren un problema psicológico aumentarán en un 14%.
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En definitiva y a manera de resumen, para conocer la diferencia entre trastorno y enfermedad mental debemos tener claro que, el trastorno mental está relacionado con el concepto de salud psicológica mientras que el de enfermedad mental no. Una persona que está demasiado ansiosa puede desarrollar un trastorno mental, pero no significa que llegue a experimentar una enfermedad mental.
Por otro lado, la enfermedad mental se trata como una condición que implica cambios en el pensamiento o comportamiento, y se asocia con angustia, o problemas de rendimiento social, mientras que en un trastorno, es posible que quien los padece ni siquiera se percate de ello hasta que alguien muy cercano se lo indique.