Dormir bien es importante para el crecimiento de todo infante, porque regula las hormonas, las emociones y fortalece el sistema inmunológico. Por eso, a ti como padre debe interesarte poder poner normas y reglas que ayuden a tu hijo a descansar correctamente. Y, si surgen dificultades en su descanso, acudir a clínicas del sueño para poder asesorarte con un especialista.
Síntomas de trastornos del sueño
Despertar cansado: la apnea del sueño tiene como característica el cierre total o parcial de las vías respiratorias durante el sueño. Al no oxigenarse debidamente el cerebro durante la noche, este no se relaja, provocando que el niño despierte cansado o de mal humor. El pediatra especialista en trastornos del sueño Robert Brouillette, quien ha trabajado en hospitales como el Montreal Childrens Hospital, en el año 2002 dijo que “La pausa respiratoria termina cuando el niño se despierta parcial o totalmente [y] respira hondo unas cuantas veces antes de volverse a dormir.” Estas crisis hacen que el infante se sienta exhausto al amanecer.
Hormigueo en las piernas al estar acostado: la parestesia nocturna consiste en que, a los pocos minutos de acomodar a tu hijo en la cama para dormir, este empieza a mover las piernas debido a la presencia de una sensación anormal de hormigueo.
La única manera de encontrar alivio es parándose de nuevo. Aunque este trastorno afecta más a personas mayores, se ha diagnosticado también en infantes. Sin embargo, estas molestias pueden pasar a veces desapercibidas en los niños por su inclinación natural a estar inquietos. De esta manera, este síntoma suele atribuirse a la hiperactividad.
La Fundación de la Parestesia Nocturna ,ubicada en Raleigh, Carolina del Norte, Estados Unidos, señala que “el tratamiento farmacológico puede ser necesario”, aunque no existe un medicamento específico para la cura de este trastorno, ya que cada paciente es diferente y el efecto en el organismo varía de una persona a otra.
Caminar dormido: comúnmente conocido como sonambulismo. Suele presentarse durante las primeras tres horas después de haberse quedado dormido. Durante esta crisis, tu hijo o hija no responde a llamados externos y al despertarse no recuerda nada de lo que hizo o dijo. En la mayoría de los casos, los episodios no suelen causar daño al paciente ni a las personas que lo rodean.
Sueño o somnolencia en el día: conocido en el ámbito médico como narcolepsia. Consiste en que durante el día el niño tendrá mucho sueño o dormirá durante períodos demasiados largos. Sumado a esto, algunos niños sufren pérdida de masa muscular por vivir emociones intensas. Cabe señalar que este tipo de trastorno es muy poco frecuente en la primera infancia, pero existen casos de niños con este problema.
Otros síntomas relacionados
Existen otros síntomas que pueden presentarse en la etapa infantil, y que pueden ser un indicio de un problema del sueño. Por ejemplo, pesadillas muy intensas y constantes, dificultad para despertarse, amanecer confundido, emitir palabras y sonidos estando dormido, etc.
Se desconocen aún las causas exactas de muchos de estos trastornos. Los especialistas han podido comprobar, a través de su experiencia, que pueden existir razones físicas, neurológicas, emocionales y ambientales, entre otras.
También te va interesar: ¿Qué es una electromiografía y su precio promedio en CDMX?
Hace 17 años ,el doctor David Rapoport, del Centro de Trastornos del Sueño de la Universidad de Nueva York, calificó el dormir mal como “una de las epidemias más graves del cambio de siglo”. Por eso, se recomienda acudir a un centro médico especializado en este tipo de problemas, para recibir la ayuda física y sicológica que requiere tu hijo o hija al sufrir de este tipo de afecciones.