Asperger y TDAH: Diferencias y semejanzas

21 Jul, 2021

Asperger y TDAH: Diferencias y semejanzas

Asperger y TDAH Diferencias y semejanzas

El síndrome de Asperger y TDAH son condiciones distintas e independientes. Sin embargo, debido a que coinciden en algunos de los síntomas, puede que se los confunda y el médico dé un diagnóstico equivocado. Por ejemplo, el TDAH y su tratamiento suele ser distinto que para una persona que es diagnosticada con el síndrome de Asperger.

Además, en caso de que tu niño presente ambas condiciones, esto puede traer como consecuencia que la intervención familiar, médica y escolar se haga más complicada.Entonces, es importante que conozcas las diferencias y similitudes para contribuir al bienestar del niño.

Diferencias

Las conductas que se describen a continuación son las que se evalúan para determinar si un niño tiene Asperger o si tiene TDAH.

1. Comunicación

  • Las personas con síndrome de Asperger tienen dificultades para desarrollar habilidades en la comunicación, lo cual puede mantenerse durante toda la vida. El lenguaje corporal no lo entienden.
  • Los que están diagnosticados con TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad) suelen mejorar en su modo de relacionarse con otros. Aunque presentan algunos problemas en la conducta son capaces de interactuar.

2. Comprensión del lenguaje

  • Ambas condiciones tienen dificultades en la comprensión del lenguaje, pero se desarrollan desde ángulos distintos.
  • Las personas con Asperger no se comunican, pues no entienden lo que se les transmite. Si se les hace una pregunta, no responden porque no comprenden.
  • Las personas con TDAH tampoco entienden lo que se transmite. Sin embargo, su reacción es diferente, pues optan por interrumpir con muchas preguntas, ya que no prestan suficiente atención.

3. Concentración

  • Quienes tienen Asperger desarrollan mejor la concentración, por lo que sobresalen en áreas de su interés, pero pueden pasar horas realizando la misma tarea.
  • Los que tienen TDAH, aunque se encuentren motivados, se desconcentran fácilmente y su atención se dispersa, lo que trae como consecuencia un bajo rendimiento escolar.

4. Intereses

  • Las personas con Asperger son obsesivos y rutinarios en una serie de actividades limitadas.
  • Las personas con TDAH tienen intereses amplios, ya que no pueden concentrarse por mucho tiempo en una sola tarea.
Diferencias del TDAH

Semejanzas

Estas son algunas de las conductas similares que reflejan quienes poseen alguna de las dos condiciones, por lo que muchas veces, durante los primeros años de vida, pueden ser mal diagnosticados:

1. Falta de empatía

Debido a su dificultad para transmitir y captar los sentimientos, les cuesta colocarse en el lugar de las otras personas. Este déficit de emociones puede presentarse con otros niños e incluso con los padres.

2. Conducta y manejo de las emociones

Tienen conductas compulsivas y podrían presentar un episodio de rabietas si no se sienten cómodos con alguna situación.

3. Problemas de interacción social

  • Les cuesta mucho relacionarse con otras personas.
  • No comparten en las actividades ni los objetos que tengan en su poder. Aunque hay que destacar que ambos son hábiles en juegos de construcción o puzles.
  • En caso de tener alguna dificultad, no piden ayuda.
  • No les gusta asistir al colegio porque sufren de rechazo debido a su condición.
  • No es común que saluden o se despidan.

Ambas condiciones tienen tratamientos distintos. Por ejemplo, para el TDAH puede funcionar un régimen farmacológico de dos tipos: estimulantes (lisdexanfetamina, metilfenidato) o no estimulantes (guanfacina, atomoxetina).

A las personas con Asperger les sugieren un tratamiento psicoeducativo. Por otro lado, en el caso de usar fármacos, no hay un tratamiento específico a la fecha, aunque se recetan algunos antidepresivos o psicoestimulantes. Muchas veces, estas condiciones persisten en la etapa adulta, lo que hace que experimenten dificultades relevantes para crear vínculos sociales y mantenerlos.

Por ello es importante que puedas obtener una detección temprana de los síntomas y dar seguimiento de su conducta, a fin de confirmar que el diagnóstico sea el correcto para beneficio de tu niño y de toda la familia.

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