Apoyar el desarrollo de nuestros niños no es tarea del todo complicada, lo único que se requiere es amor y constancia para darle a su hijo las mejores herramientas que le permitirán crecer e interactuar de la mejor manera con su entorno y con sí mismo. Así que preste atención, le explicaremos de qué se trata y cómo llevarla a cabo con su hijo.
Fortalecer el desarrollo psicomotor, emocional, físico e intelectual del bebé; eso es lo que permite la estimulación temprana, la cual se puede llevar a cabo desde el vientre, con el fin de crear vínculos emocionales y respuestas acertadas a los estímulos del exterior.
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La estimulación temprana se conoce como el conjunto de métodos y formas de interactuar con el bebé desde el vientre materno, con el fin de desarrollar y potencializar por medio de juegos, masajes, ejercicios, actividades y recursos sonoros y visuales, sus capacidades emocionales, cognitivas y físicas.
¿Cómo ejecutar la estimulación temprana?
Puntos a tener en cuenta:
- Lo más importante antes de ejecutar una rutina de estimulación temprana con su hijo, es tener en cuenta que no hay que sobresaturarlo, no lo recargue de información, porque la respuesta que recibirá de él será frustración y estrés, y es lo que menos queremos fomentarle.
- Hay que tener en cuenta que la estimulación se puede hacer desde el vientre materno, hasta los 6 o 7 años de edad. Este es el promedio de edad en el que se lleva a cabo el desarrollo emocional, social y de personalidad del niño.
- Aunque haya aspectos y áreas catalogadas de prioridad, siempre será necesario trabajar todas las áreas con igual constancia.
- No hay un tiempo determinado en el que se verán los resultados reflejados o en el que se vea alcanzado el objetivo inicial. Las bases de la estimulación temprana radican en la paciencia y la continuidad de las actividades que se realicen con el bebé.
- Las actividades y los objetivos planteados para el niño deberán ir cambiando y evolucionando al ritmo del desarrollo. Nunca hay que presionar los resultados.
- Cada bebé evoluciona a su ritmo y a su manera.
- Las actividades de estimulación temprana ayudan considerablemente al desarrollo de los niños que presentan alguna dificultad cognitiva o motriz, sin embargo, los niños sanos pueden también llevarlas a cabo.
¿Qué se debe hacer?
El primer paso es la consolidación de un vínculo emocional y afectivo con el bebé, con ello se pueden observar mejor sus respuestas y la total disposición de realizar las actividades de la mejor manera, ya que lo asociará con momentos de diversión.
Las áreas que se deben trabajar son:
- Motricidad gruesa y fina: hace referencia con el desarrollo motriz y la fortificación de los músculos, el equilibrio y la coordinación de ojos y manos.
- Lenguaje: aquí se influye en la capacidad de comunicación del niño y con el niño, por medio de reconocimiento de gestos y movimientos, así como de acercamiento con su entorno.
- Cognición: se trabaja la parte cognitiva e intelectual, es decir la capacidad de aprendizaje y el entendimiento de señales y respuesta de estímulos.
- Desarrollo personal: se fortalece aspectos como la independencia del niño, durante actividades cotidianas.
- Social: se le da al niño las bases para que pueda evolucionar e interactuar con su entorno.
Recuerde que la estimulación temprana es la base que constituye el desarrollo futuro del niño.
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Recuerde que, en los primeros años del niño, el cerebro está en total alerta, aprendiendo constantemente todo lo que su entorno le puede ofrecer, por ello le recomendamos llevar a cabo procesos de estimulación temprana de la mano de un profesional.
Si desea mayor información sobre las diferentes terapias que se pueden desarrollar con su hijo, comuníquese con nosotros.
En el Centro de Neurodesarrollo estamos para guiarlo.