Manejar el comportamiento de un niño con Déficit de Atención es una tarea compleja, en especial porque se desconoce la manera en la que el trastorno funciona y los efectos que trae consigo. Así que tome nota, porque le compartiremos algunos consejos para sobrellevar la situación y convertirse en el guía y compañero de su hijo.
El Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) hace que los niños que lo padecen tengan la incapacidad de controlar sus impulsos, concentrarse, finalizar tareas, prestar atención en situaciones concretas o mantenerse en quietud. Lo anterior no solo afecta el ritmo de vida del niño, también trasforma de manera radical su ambiente familiar y educativo.
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En algunas condiciones el niño solo presenta la falta de atención o la hiperactividad, pero también es común ver la combinación de ambas afectaciones. Sin embargo, cualquiera que sea el panorama, el trastorno representa un reto en el manejo de la conducta del niño y su desarrollo con el entorno, del que hace parte fundamental.
Hay que tener en cuenta que lo más importante ante este tipo de problemas es el acompañamiento por parte de los padres, esto representa el centro del tratamiento y ayuda al niño a modificar sus conductas de manera óptima.
Los padres se deben convertir en compañeros en el manejo del déficit de atención, ya que de ellos depende que el niño pueda tener una evolución eficaz.
De acuerdo, mi hijo tiene Déficit de Atención con Hiperactividad, pero ¿de qué se trata?
Como ya lo hemos mencionado, el trastorno hace referencia a la incapacidad del niño para concentrarse, terminar tareas o mantener una conducta calmada y tranquila. Esta incapacidad nace de una necesidad de mantenerse en constante movimiento y alerta, por lo que la característica central de este problema es la impulsividad.
El problema del Déficit de Atención con Hiperactividad no es solo emocional o conductual, también es fisiológico. Por ello para realizar un correcto tratamiento para el TDAH, es necesaria la revisión al detalle de las causas y los síntomas que presente el niño.
Las señales que identifican al trastorno son los siguientes:
- Inquietud constante, tendencia de movimiento y dificultad para quedarse quieto o para esperar.
- Problemas para quedarse en silencio.
- Impaciencia.
- Tendencia a interrumpir, hablar precipitadamente o no escuchar.
- Problemas de descuido.
- Tendencia a distraerse fácilmente.
- Imposibilidad de seguir el hilo de alguna actividad o conversación.
- Problemas para organizar o clasificar.
- Memoria deficiente.
- Tendencia a no terminar tareas o deberes.
- Problemas para seguir normas
- Problemas para evaluar las consecuencias de sus acciones.
¿Cómo ayudar a su hijo?
El tratamiento para el TDAH puede ser variado, pese a esto el mejor tratamiento está en casa. El apoyo de los padres es fundamental para la evolución del niño, todo en pro de su calidad de vida.
Las siguientes son estrategias que puede ir implementando en el día a día del niño:
Manejo del entorno:
La prioridad es instituir normas que le ayuden a identificar cómo, cuándo y dónde debe actuar y la manera de hacerlo. Para ello establezca rutinas y hábitos, planifique horarios, normas y responsabilidades y monitoree su cumplimiento.
Manejo de la información:
Ayúdele a recordar y a exteriorizar la información por medio de carteles, dibujos o relojes. Esto le permitirá seguir las normas, terminar deberes y a establecer tiempos de ejecución.
Manejo de los procesos:
Por medio de guías externas establezca estrategias de adaptación de la conducta. Para ello motívelo a pensar en voz alta y a repetir en alto sus deberes, de igual modo muéstrese como un ejemplo cognitivo, demuéstrele que puede encontrar soluciones a diferentes dilemas y que él puede hacer lo mismo.
Otra de las estrategias es la auto-instrucción, en donde se le motiva al niño a detenerse y pensar para encontrar soluciones. Así, él dejará de lado el impulso de actuar y pondrá un alto para dedicarlo a la reflexión.
Lo más importante en este proceso es el correcto uso de la imaginación y de la creatividad, enfoque sus energías en aspectos en los que él puede divertirse, aprender y gestionar el uso de su tiempo.
El usar la didáctica como una manera de ayudarlo a controlarse frente a algunas situaciones en donde debe esperar, guardar silencio o quietud, le permitirá recordar situaciones pasadas y a entenderlas desde el exterior.
Otros consejos:
- Estructure hábitos.
- No haga énfasis en sus problemas, engrandezca sus fortalezas.
- Los mejores resultados ante el Déficit de Atención inician en casa.
- Ayude al niño a desarrollar niveles de responsabilidad.
- No lo sobreproteja, acompáñelo.
Recuerde que el Déficit de Atención con Hiperactividad es un trastorno en gran medida conductual, por lo que su acompañamiento y apoyo es imprescindible. Sin embargo, tenga en cuenta que acceder a tratamientos con especialistas ayudará a alcanzar resultados eficaces, con la finalidad de que el niño pueda aprender a controlar sus impulsos y lleve una vida tranquila y feliz.
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Si desea conocer más sobre ésta y otras dificultades relacionadas con la conducta de nuestros niños, no dude en contactarnos, en el Centro de Neurodesarrollo estamos para ayudarle a usted y a sus hijos.