La ansiedad es un estado de intranquilidad, desesperación o angustia ante un evento o situación. Si bien es normal experimentar cierto grado de ansiedad en algún punto de nuestra vida, ésta puede llegar a ser patológica y ocasionar problemas graves en nuestra salud física y mental.
¿Qué es el TAG?
Cuando hablamos de un Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG), aludimos a la preocupación y ansiedad excesivas que genera cualquier acontecimiento sin que este tenga un motivo concreto que ocasione dicha preocupación. Es importante señalar que el miedo o la angustia son irracionales y desproporcionados; sin embargo, quien padece este trastorno no los percibe de tal forma.
Una persona con un trastorno de ansiedad está a la expectativa de que todo salga mal y no puede dejar de preocuparse por cada aspecto de su vida como la familia, la salud, la escuela o el trabajo.
El tratamiento para la ansiedad puede incluir psicoterapia, medicación o ambas, dependiendo del tipo de ansiedad y sus síntomas. También pueden ser funcionales técnicas de relajación, como el yoga o la meditación guiada. Si sospechas que puedes padecer un trastorno de ansiedad, a continuación te decimos 10 señales rápidas que pueden ser indicios de ansiedad.
¿Cómo detectar la ansiedad? 10 señales rápidas
Los síntomas de la ansiedad se manifiestan en dos esferas: sensaciones somáticas y sensaciones psíquicas. Las primeras se refieren a los síntomas físicos que puede ocasionar la ansiedad, mientras que las sensaciones psíquicas incluyen todo lo que sucede a nivel cognoscitivo, conductual y afectivo. De acuerdo con el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM-V, las señales abarcan:
1. Inquietud o sensación de estar atrapado, agitado o muy nervioso.
2. Fatigarse con facilidad.
3. Dificultad para concentrarse. También puede manifestarse como si la mente quedara en blanco.
4. Irritabilidad persistente.
5. Problemas de sueño, ya sea que se manifiesten como dificultad para dormirse, para continuar dormido, sueño inquieto o insatisfactorio.
6. Tensión muscular.
Asimismo, la clasificación de los Criterios Diagnósticos de la CIE–10 (OMS) incluye los siguientes síntomas:
7. Autonómos: palpitaciones, taquicardia, sudoración, temblor y sequedad en la boca.
8. Dificultad para respirar, sensación de ahogo, dolor o malestar en el pecho, náuseas, malestar abdominal.
9. Relacionados con el estado mental: sensación de mareo, inestabilidad o sensación de desvanecimiento, despersonalización, miedo a perder el control, volverse loco o perder el conocimiento y miedo a morir.
10. Generales: sofocos, escalofríos, aturdimiento, sensación de hormigueo, inquietud o incapacidad para relajarse, sentimiento de estar al límite o bajo presión, tensión mental, sensación de nudo en la garganta y dificultad para tragar.
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Con base en el DSM–5, si la ansiedad y la preocupación responden a tres o más de los síntomas mencionados, es probable que padezcas un trastorno de ansiedad que debe ser diagnosticado y tratado por un especialista.
En cuanto a los Criterios Diagnósticos del CIE–10, es necesaria la presencia de por lo menos cuatro síntomas de los que se enumeran, y al menos uno de ellos debe pertenecer al grupo de autónomos.
Pese a que existen diferencias en ambos criterios diagnósticos, es fundamental destacar que estas no son sustanciales. Es más, su nivel de concordancia es bastante alto, por lo que son una buena base para el diagnóstico de la ansiedad.
Igualmente, hay que tomar en consideración que, para diagnosticar un Trastorno de Ansiedad Generalizada, los síntomas deben manifestarse constantemente durante un periodo de 6 meses como mínimo.
Si te identificaste con alguno de los síntomas mencionados en este artículo, acude con un especialista en salud mental que pueda asesorarte y darte el tratamiento que necesitas.