El ronquido es un problema muy frecuente. Entre el 25% y el 40% de la población alguna vez ha roncado o lo habrá visto en alguien cercano. El problema del ronquido es más molesto para el acompañante que para el que lo padece, puede acompañarse de paradas respiratorias, lo que se conoce como apneas. En esas paradas respiratorias pueden producirse bajadas de oxígeno, y eso lleva a pequeños despertares. Estos pequeños despertares pueden alterar la calidad del sueño y producir unos síntomas característicos.
¿Qué síntomas padece quien tiene una apnea del sueño?
La repetición de estas paradas respiratorias puede desencadenar en hipertensión arterial y a largo plazo aumentar la incidencia de problemas cardiacos o cerebrales: infartos o trombosis cerebrales a muy largo plazo. Por lo tanto, si usted o una persona cercana ronca mucho, si ha visto que tiene paradas respiratorias, y especialmente si tiene somnolencia durante el día, es importante que consulte con su médico, para que este valore la conveniencia de hacer un estudio del sueño.
¿En qué consiste el estudio del sueño?
Consiste en evaluar como duerme el paciente, eso se hace poniendo una pequeña sonda en la nariz, unas bandas torácicas y abdominales, una luz que actúa como un medidor de oxígeno, y por último se debe grabar toda la noche. Con esto el medico puede ver si el paciente respira normalmente, si tiene paradas respiratorias y bajadas de oxígeno.
Una vez el médico revisa el estudio le puede decir si su problema es que tiene muchos ronquidos y pocas apneas, en cuyo caso se pueden seguir los consejos del médico que son sencillos: bajar de peso, ya que el sobrepeso es una causa importante de los ronquidos, también le dirá que duerma de lado en vez de boca arriba, le indicará que no tome tranquilizantes ni alcohol antes de dormir y, por último, si tiene un problema nasal hay que corregirlo, la nariz debe estar despejada.
Por otro lado, si el médico encuentra que hay muchas apneas, le explicará que hay que tratarlo con inmediatez, ya que de lo contrario puede presentar consecuencias graves y poner en riesgo su salud.
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Veamos ahora, cuales son las consecuencias de padecer apnea del sueño:
- Deterioro en la calidad del sueño: Esto se traduce en somnolencia durante el día, especialmente en situaciones monótonas, mirando televisión, descansando, etc. Podemos estar adormecidos en cualquier actividad: mientras trabajamos o conducimos, lo que aumenta el riesgo de accidentes de tránsito.
- Causal de importantes enfermedades: Desde un leve dolor de cabeza al despertarse, resequedad en la boca, hasta el aumento de riesgo de enfermedades, como: hipertensión arterial (Un poco más del 40% de los pacientes con apnea sufren hipertensión) Incremento de angina de pecho y riesgo de infartos, presión alta, derrames cerebrales, diabetes, etc.
- Cambios en el estado de ánimo: irritabilidad, depresión, alteraciones en el rendimiento o pérdidas de la capacidad de concentración y de memoria.
- Pérdida de concentración: Una sola noche sin un sueño de calidad hará que el rendimiento disminuya y cueste concentrarte, incluso para realizar las tareas más sencillas. Poco a poco se ira asimilando el malestar mental como un estado normal, cuando no lo es.
- Disminución en el rendimiento intelectual: Quien lo padece se despierta con la sensación de o haber descansado, aun si no recuerda haberse despertado por la noche.
Este problema aumenta con la edad, aparece más en personas mayores de cincuenta años, se presenta más en hombres que en mujeres y en una gran parte de la población que padece obesidad.
De no seguirse el tratamiento cuando el médico nos lo indica, puede producir a lo largo de los años, consecuencias graves en la salud y hasta la muerte.