EL CEREBRO HUMANO SE DIVIDE EN LÓBULOS Y, POR MEDIO DE UN EXAMEN DE ELECTROENCEFALOGRAMA, LOS ESPECIALISTAS PUEDEN DETECTAR, EVITAR O TRATAR MALESTARES QUE AFECTAN A CADA UNO
En una ocasión, el profesor Stephen Hawking dijo:
“Creo que el cerebro es esencialmente un ordenador y la consciencia es como un programa de ordenador. Parará de funcionar cuando el ordenador se apague. Teóricamente, podría ser recreada en una red neuronal, pero sería muy difícil, ya que requeriría toda la memoria de una persona.”
Él, con su típico sentido del humor y característica elocuencia, evidencia nuevamente que el cerebro, en efecto, es la máquina más poderosa sobre la tierra. No sólo cuenta con una capacidad de almacenamiento infinita, sino también con la habilidad de razonar y crear sin límites.
Sin embargo, del mismo modo en que la mente humana es capaz de increíbles hazañas, también es vulnerable a una gran variedad de trastornos. Incluso Hawking, quien padeció de esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad motoneuronal, fue uno de los casos de afectaciones cerebrales más sobresalientes a nivel mundial, pues su padecimiento lo paralizó, limitándolo a una silla eléctrica y a un computador que hablaba por él, no obstante lo anterior no redujo su deslumbrante intelecto, ni coartó su voluntad.
Teniendo en cuenta que los trastornos cerebrales pueden aparecer en personas de todas las edades y bajo distintas condiciones, algunos centros especializados ofrecen programas para realizar electroencefalogramas con fines preventivos o de identificación de trastornos puntuales.
Como es bien sabido, el cerebro está conformado por dos hemisferios; ambos desempeñan actividades para el funcionamiento humano e, igualmente, éstos también se dividen en seis lóbulos, donde cada uno de ellos se encarga de controlar aspectos puntuales, como por ejemplo:
- Lóbulo frontal: Personalidad y toma de decisiones.
- Lóbulo parietal: Actividad sensorial.
- Lóbulo temporal: Recibir las vibraciones e interpretar el sonido.
- Lóbulo occipital: Decodificar y comprender las señales del ojo.
- Lóbulo límbico: Emociones, atención, aprendizaje y memoria.
- Ínsula: Percibir olores y recibir señales de los órganos.
Ahora bien, siendo conscientes de la división por lóbulos del cerebro y según las imágenes detectadas en el electroencefalograma, los especialistas pueden detectar con mayor facilidad el trastorno que sufre el paciente por medio de las anomalías que se evidencian en las señales eléctricas de cada lóbulo particular.
Entonces, gracias al electroencefalograma, los neurólogos han determinado algunas de las alteraciones que se pueden detectar según su ubicación en el cerebro, como por ejemplo:
- Afectaciones del lóbulo frontal: Al ser el lóbulo encargado de las funciones ejecutivas, como planificar o iniciar acciones, las lesiones en la parte posterior del lóbulo pueden acarrear problemas en la realización de movimientos voluntarios, debilidad muscular o parálisis en su totalidad. Además, teniendo en cuenta que el lóbulo frontal también coordina los aspectos relacionados con la personalidad, cuando la parte central de éste se daña, el afectado puede padecer de lentitud en su pensamiento, al igual que sufrir de faltas de atención y de motivación.Otros aspectos que se evidencian, son la apatía, la dificultad para expresarse con palabras, exceso de inhibición y dificultad para procesar preguntas complejas.
- Afectaciones del lóbulo parietal: Como el lóbulo parietal controla la parte sensorial, un daño en éste le significa al paciente que se le dificultará localizar el tipo de sensación adecuada al estímulo que recibe. Es decir, si la persona sufre de una alteración en el lóbulo parietal, le resultará complicado reconocer un objeto por medio del tacto, o sea, por la textura y forma.Cuando al individuo se le dificultan actividades como el cálculo y la escritura, puede que éste sufra de un daño en la parte media del lóbulo parietal. Además, otras evidencias de un daño en dicha parte del lóbulo, son las complicaciones para diferenciar la derecha de la izquierda, y determinar la ubicación de las partes de su propio cuerpo.Por otro lado, cuando la afectación recae sobre el lóbulo parietal derecho, la persona sufrirá de apraxia, la cual es consiste de la incapacidad para realizar actividades cotidianas sencillas, como peinarse o vestirse, además de no poder comprender la relación entre los objetos y el espacio, resultando en complicaciones para dibujar, construir y ubicarse en lugares recurrentes.
- Afectaciones del lóbulo temporal: Por lo general, cuando el lóbulo temporal se daña, puede que se sufra de alteraciones en los sentimientos o en la capacidad de pensar con claridad. Incluso, en algunos casos, cuando el paciente convulsiona puede verse afectado por las secuelas, las cuales lo conllevan a tener cambios repentinos de personalidad.Cuando la afectación sucede en la parte del lóbulo izquierdo, el paciente sufrirá de afasia de Wernicke, un trastorno que le dificulta comprender el lenguaje. Además de sufrir alteraciones considerables en su memoria verbalSi, por el contrario, la afectación es en el lóbulo temporal derecho, el paciente tendrá dificultad para comprender los sonidos y la música, generándole problemas para cantar.Adicionalmente, cuando un paciente sufre de lesiones en este lóbulo, es posible que sienta una necesidad inevitable por escribir.
- Afectaciones del lóbulo occipital: Siendo este el lóbulo encargado del procesamiento de la información visual, cuando este sufre un daño, el afectado no puede ver aunque sus ojos funcionen perfectamente. Este trastorno se conoce como ceguera cortical y, en algunos casos, el paciente ni siquiera es consciente de su incapacidad. Cuando el daño se presenta en la parte posterior del lóbulo, el individuo puede tener dificultades para reconocer con exactitud lo que ve, como objetos y rostros familiares
Además, el lóbulo límbico y la ínsula poseen afectaciones propias, tales como la demencia y el Alzheimer, pero estas se convierten en alteraciones más especializadas. Entonces, para concluir, la realización de un electroencefalograma es fundamental cuando se sospecha de la presencia de un trastorno cerebral pues, aunque algunas enfermedades son degenerativas como la esclerosis lateral amiotrófica del profesor Stephen Hawking, también existen aquellas que pueden ser controladas y/o tratadas para garantizar una mejor calidad de vida del paciente.