Cuando estas dormido y súbitamente la respiración se corta y sientes que te ahogas, o cuando te dicen que roncas, puede ser un problema que necesitas atender, porque no es normal y puede tratarse de un trastorno leve o grave de apnea del sueño.
¿Qué es la apnea del sueño?
Es un trastorno que interrumpe la circulación de la respiración a través de un colapso total o casi total de la faringe y que provoca que una persona ronque cuando duerme o que se despierte a mitad de la noche porque siente que no puede respirar.
La mayoría de las veces, las personas no recuerdan que por la noche se levantaron, pues al parar la respiración, la persona afectada permanecerá gran parte de la noche con niveles bajos de oxígeno en la sangre.
Cuando se levanta por la mañana o en su vida cotidiana, la persona afectada por este trastorno suele presentar este tipo de problemas:
- Dolor de garganta que mejora con las horas.
- Sequedad en la garganta.
- Cansancio a lo largo del día.
- Somnolencia en situaciones sedentarias.
- Irritabilidad.
- Depresión.
- Bajo rendimiento.
- Pérdida de memoria.
- Dificultad para concentrarse.
Cuando los problemas descritos anteriormente son superiores a estos, se trata de apnea severa. Esto aumenta significativamente el riesgo de padecer hipertensión arterial, angina de pecho, accidentes cerebro vasculares e incluso infartos. De no presentarse un tratamiento a tiempo, se aumentan las probabilidades de un incremento de las cifras de mortalidad.
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Tratamiento
Alguno de los tratamientos a seguir implican cambiar algunos hábitos en nuestra vida, entre ellos te mencionamos algunos:
1. Exceso de peso: a veces, la pérdida de peso es un factor importante para tratar este trastorno, pues provoca cambios mecánicos en el sistema pulmonar y debilita el desempeño muscular que ayuda a una mejor respiración. Además, la persona con sobrepeso que lo padece tiene exceso de un tejido en la garganta, lo que provoca la apnea. La mayor parte de las veces, la disminución de peso resuelve el problema, pero puede volver a aparecer si la persona en cuestión vuelve a aumentar de peso.
2. Fumar: como ya sabrás, fumar causa una infinidad de enfermedades como lo es el cáncer, por mencionar solo uno. Entre las principales consecuencias, también se encuentra este síndrome. Al fumar, la nariz y la garganta se inflaman impidiendo el paso del aire por el reducido espacio que se tiene. Busca medidas para dejar de fumar.
3. Postura para dormir: la mejor postura para dormir según la Asociación Mundial de la Medicina del Sueño es dormir de lado, pues de esta manera no se estará forzando ninguna de las partes internas que obstruyan la respiración. Dormir boca abajo y boca arriba son las peores posturas para dormir, ya que estás provocan fácilmente los ronquidos y el ahogo.
4. Ejercicio: investigadores demostraron que la actividad física disminuye potencialmente los síntomas en personas con este padecimiento. La mayoría de los pacientes con el síndrome son personas con poca o ninguna actividad física. Realiza al menos 30 minutos de ejercicio al día.
5. Consumo de alcohol: esta bebida, al consumirla, relaja los músculos internos de la garganta, disminuyendo considerablemente el espacio de la vía aérea, y provocando que se respire con dificultad.
¿Cuándo debes de ir al médico?
Cuando las interrupciones de respiración sean entre los 60 y 120 segundos. Para poder diagnosticar un cuadro de este trastorno, se hace una prueba de sueño, uno de estos es la polisomnografía, siendo esta la más precisa.